Un pañuelo de usar y tirar que una vez cumplida su función acaba pernoctando en función del grado de civismo de los usuarios en una papelera o simplemente formando parte del cumulo de basuras que pueblan nuestras calles.
Los hay de satinados colores,con fragancia a mentol e incluso con simpáticos dibujos sea cual fuere su apariencia externa.Su sino es siempre el mismo material de desecho.
Hay quien incluso los exhibe presume y alardea de que el suyo es de doble capa,que absorbe más que ninguno y que triunfara saneando fosas nasales incluso en momentos de crisis.
Pero llegada la hora de la verdad y una vez tocadas unas cuantos narices su destino es invariable e inevitablemente el olvido en un rincón cochambroso.
Cruel galardón para un Pizarro de excesivo pizarrin, escasa comunicación y menos humildad. Presentado a bombo y platillo,jaleado cual estrella futbolera sin haber empatado con nadie. De los altares genoveses al bochornoso escarnio del que no llega a segundón pues no paso de primario aspirante a no sé sabe que. Encumbrado por quienes ahora le niegan el pan ,la sal y si se descuida el escaño.
Merecido final para un oportunista inoportuno...