Un rincón para los disconformes.

domingo, 18 de mayo de 2008

Mowgli y Baloo


Después del bochornoso espectáculo protagonizado por Hugo Chavez y S.M. Juan Carlos en la pasada cumbre Iberoamericana las aguas vuelven a su cauce. Un curso del que nuca salieron, pues lo acontecido no fue sino una lamentable parodia. Una escenificación propia de culebrón venezolano, que sirvió para que ambos mandatarios sacasen pecho frente a sus incondicionales. Un monarca cuestionado y más que cuestionable en horas bajas y con la popularidad a duras penas sostenida por los panfletos del corazón, aprovechó el evento para darse un barniz populista para delirio de los forofos juancarlistas. Lo que debió ser un episodio para olvidar paso a convertirse en la escenificación del orgullo españolista mal entendido. Desde la victoria de la selección española en pleno franquismo frente a la pérfida Rusia no se habían producido en España muestras similares de fervor patriótico. El susodicho parásito paso de villano a héroe en cuestión de minutos. Nuestra derecha reaccionaria con Federico a la cabeza se deshizo en elogios ante la exhibición de mala educación perpetrada por el borbonita.

Ahora soplan nuevos vientos conviene (porque así estaba establecido) teatralizar un reencuentro amistoso.Pues es bien sabido que perro no come a perro. Calmados los furores patrios y aplacado el bufón matinal, lo que otrora fueron insultos cruzados se ha tornado por mor de intereses pecuniarios en despliegue de carantoñas.

Hacer del mal gusto y de la peor compostura símbolo de vanidad nacional es la triste herencia que dejara a su sucesor el inquilino de la Zarzuela

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